Los i-Sites

25/02/2011 § Deja un comentario

En casi cada lugarcito de Nueva Zelanda tenés un i-Site a donde caer despistado. Son los sitios oficiales que pone el gobiernos para información turística. En ellos te proveen tanto de info como de eso que tanto nos gusta a todos, mapas gratis. La gente que los atiende tiene la mejor onda y por lo general se copa ayudándonos a planear qué hacer. Su única falencia es que, como la mayoría de las cosas en NZ, cierran a las 6 de la tarde.

A un lugar así podés llegar después de tu incursión en un i-Site. (Lake Ohau, Isla Sur)

A cuerda

25/02/2011 § Deja un comentario

Me siento un boludo. Y lo peor es que a pesar de ser un boludo con experiencia, me siguen pasando éstas.

Hace un mes saqué desde un hostel en Tauranga el pasaje a Tailandia. Para hacerlo más barato, compré uno a Gold Coast, Australia, por Air New Zealand, y otro desde ahí a Phuket, Tailandia, por Air Asia. La cosa es que Air Asia es mucho más barato pero no vuela desde NZ.

Antes de venir para acá ya estaba al corriente de esto así que fui a la embajada de Australia en BsAs a ver qué necesitaba para hacer la movida. Una buena dama me dijo que gracias a mi hermoso pasaporte polaco podía aplicar online para una e-visitor visa, y que me la daban en el acto. Increíble, me dije. Una visa que se niega a sí misma, desentendiéndose de todo trámite burocrático y acreditándoseme en el acto. Guau.

Y como buen boludo a cuerda, confié a pleno en la buena dama. Sólo metí en el bolsillo de papeles importantes de mi mochila el que ella me dio lleno de links. En alguno de todos esos podía chequear la data pero, ¿para qué?

Ahora, de nuevo en Christchurch, con los pasajes comprados a razón de 600 Kiwis (450 U$S) y con 7 días por delante, se me ocurre sacar la visa, y cuando me meto en uno de esos mismos links, me desayuno de que la visa no era tan «e-» ni tan antiburocrática. Se aplica por internet y tardan entre 2 y 10 días hábiles en atribuírtela. Me quedan 7, y como no podía ser de otra manera, sólo 5 hábiles.

Como diría Toti, la tengo adentro. Y con la cuerda girando.

De paso por Murchison

25/02/2011 § Deja un comentario

Cuando bajamos de la montaña de Nelson Lakes sólo sabíamos una cosa: no importaba a dónde, pero de St. Arnaud, el pueblo fantasma, nos teníamos que ir, y rápido. Así que agarramos el mapa y comisión du análisis mediante, evaluamos las posibilidades.

Queenstown, una de las posibilidades más tentadoras, quedaba descartada porque teníamos sólo unos 5 o 6 días antes de que el Tanela tuviera que tomarse su vuelo de regreso a Auckland desde Christchurch, que se convertía en otra candidata, pero no nos tentaba como para tantos días. Entonces agarramos el mapa y nos fijamos qué nos quedaba de paso.

 

Cabar en la noche de Murchison

Así fue como caímos en Murchison, un pueblito longitudinal, de 3 o 4 cuadras hacia cada costado de la ruta, y unas 15 de largo, área chica si las hay, pero suficiente para que te pasen este tipo de cosas:

  • Caer en un típico bar de pueblo, tipo lejano oeste yankee, en donde hay 15 rubios que rondan el metro noventa de alto y un tanto más de ancho, dos señoras entradas en edad atendiendo la cocina y una no tan grande y una bastante pequeña a cargo de la barra. Todos se divierten mirando cricket, sin preocupación aparente por la falta de mujeres.

    La joda en Niu Zilan

  • Comer fritanga de la buena, como lo hacen los kiwis cada vez que pueden, sea desayuno, almuerzo o cena. Nosotros la cenamos y porque necesitábamos un poco de carne, aunque sea en forma de hamburguesas.
  • Dormir en la calle y despertarte empapado por el rocío.

    El lugar de los hechos

  • Alquilarte unas bicis y mandarte a recorrer caminos de tierra en subida y bajada, siguiendo el curso del río, y que justo a mitad del círculo de 4 hs que pensabas dar, y con poco tiempo antes de que se termine de hacer de noche, a uno se le pinche la rueda y los tres queden como Toti Pasman. Salvación: Euge y yo fuimos lo más rápido posible a buscar el Sunny y en él volvimos por Cabar.
     

    El momento de la pincchiadura

  • Encontrarte en medio de una bicicleteada con un caminito llamado Johnson´s Track, que te lleva por medio de un bosque encantado flasherísimo hasta un lugar en donde rocas gigantes y punteagudas salen de la tierra hacia el suelo, avisando que en ese mismo lugar hubo un terremoto en 1929.

    Trebol gigante en el Jonhsonñs creek

Trancaroleando

Afuera, el lado equivocado en donde estaban las capas tectónicas

Si mal no recuerdo por Murchison anduvimos 2 días y 2 noches. La bicicleteada estuvo buenísima (aunque terminara antes de tiempo), igual que los restos del terremoto. Una linda escala campestre antes de volver a una «gran» ciudad.

Fungi

 

 

Os pibes

 

 

Fungi II

 

 

Avistamientos du fauna. Hoy, «El moscovita gigante».

24/02/2011 § 1 comentario

Con este especimen de Mosco Enarañado Gigante, inauguramos la sección Avistamiento Du Fauna. Este ejemplar lo encontramos en el Angelus Hut, arriba de la montaña y a orillas del Angelus Lake. Consta de varias patas, ojos, aguijón y malicia,y es cruza de araña y moquito.

 

 

De paso por Taupo

14/02/2011 § 2 comentarios

 

Entre Cathedral Cove y Tongariro hicimos una escala en Taupo, ciudad que está más o menos en el centro de la isla norte, a orillas del Lake Taupo (el más grande de NZ) y en una de las zonas donde más maoríes hay. Acá, breve y conciso, algunas de las cosas que nos pasaron en esta ciudad.

  • Vimos un atardecer de la hostia, entre el lago y la montaña.

    Como diría mi hermanita: Chauchaaaaa!

  • Colgamos un rato cerca de un loquero y hablamos con uno de los tantos locos que merodeaba la costanera. Tenía alrededor de 50 pirulos, había estado en Argentina en la década del ´70 y metía miedo. Nos preguntaba por Buenos Aires, le contábamos, y nos repreguntaba acerca de la textura del comino en invierno (temperatura ambiente).
  • Colgamos un rato cerca de un loquero e intentamos hbalar con dos chicas que pasaban. Tenían alrededor de 30 pirulos y deben haber pensado que estábamos chapita y les metimos miedo. Ni bola.
     

    Las bocas de tormenta que no dejan dormir a Mauricio.
  • Nos hicimos los bici voladores por un sendero de montaña pero no tanto a orillas del Waikato River, el más largo de Nueva Zelanda.

    Como Don Carlos, "Tudo bom, tudo legal".

  • Nos hicimos los bici nadadores por el Waikato River, el más largo de Nueva Zelanda.

    Frío. Lo que necesitaría Walter horas más tarde cuando pasara lo que pasó.

  • Cabarulo y yo dormimos en un estacionamiento hasta que Walter nos despertó a los gritos, puteando, gruniendo y refunfuñando porque en medio de una situación confusa por demás, 2 parejas con las que había estado tomando birra le afanaron su mocha (la grande) del baúl del auto y con él en el habitáculo.

    Únicos testigos del hecho.

    Su testimonio cuenta que apenas fue a tomar unas birras al auto de ellos dio por abortada la misión al sentirse algo desorientado cuando esta gente, de manera no muy amigable, le empezó a pedir «ten little bucks for the beer». Parece ser que ante la negativa de Walter decidieron tomar el toro por las hastas y chorearle la mocha.
    En cuanto al acto en sí, nos llegó, de fuentes no muy confiables que digamos, que Walter estaba durmiendo plácidamente y con una sonrisa en su rostro (repito, las fuentes no son de fiar) dentro del auto cuando dos chicas se le acercaron a pedirle plata. Él se negó y siguió durmiendo sonriente (misma fuente). Minutos más tarde escucha un ruido en el baúl que lo hace bajar del auto a ver qué acaece fuera: menuda sorpresa se lleva Walter cuando ve el auto de esta gente al lado del nuestro, pero con el motor en marcha. Nuestro baúl estaba abierto pero apenas atinó Walter a preguntar por qué se daba esto de esa manera, el chirriar de las ruedas sobre el asfalto se hizo presente y tanto los malvivientes como la mocha de Walter y su tanguita rosa, desaparecieron en el acto.

    Walter y la remera que se compró bardeando a Jesús después de lo sucedido.

  • Me pegué flor de cagaso hasta asegurarme de que no se habían llevado ninguna de mis mochas. En una tenía todo mi placard (que no es muy cuantioso que digamos) y en la otra todos mis documentos: pasaportes, registros y carnet de timonel, tarjetas, netbook, cámara de fotos, anteojos y demás. Ambas al lado de la de Walter. También estaban las de Cabar. La de Walter era la más chica y la de menos objetos de valor, salvo por la tanguita (valor sentimental).
  • Quejidos varios por parte de Walter, desconcierto por parte de Cabar y Ó Pibe San.

Después nos llegó de bocas blancas que los maoríes son de hacer estas cosas. La realidad es que según lo que pudimos saber en este mes y medio en la isla, hay bastante discriminación, tanto de un lado como del otro.
La primera persona que conocimos de esta ciudad, era blanca y bastante Nazi. En sólo 20 años había alcanzado un odio bastante repugnante contra los maoríes: no me acuerdo qué argumentaba, pero tampoco me importa, no hay justificación. Además, fue el único lugar de NZ en el que sentimos un clima algo enrarecido por la cantidad de autos de policía que rondaban constantemente la ciudad. Así que al otro día, ni bien pudimos, nos fuimos.

Perdiz innecesaria

14/02/2011 § 1 comentario

Una de las premisas básicas de todo viajero es que tiene que saber rebuscárselas para adaptarse a las distintas situaciones que se le van presentando. En caso de que el viaje se comparta con otros, a esa primera se le agregan otras tantas premisas como viajeros, las cuales dicen que además de a las situaciones, hay que poder adaptarse a los compañeros. Y esta complicación agregada es todavía más grande cuando pensamos en la premisa que pienso yo, la que viene en el bolso de mano del Tanela.

Además de lo que ya conté en su perfil (ver secuaces – tanela), el tiempo fue pasando y con Cabar nos dimos cuenta que de otra de sus geniales y jugosas características: le encanta, y no puede evitar, tirar la innecesaria.

En este caso las que vienen a cuento son 3 que ya varias veces nos dejaron mal parados a todos. La primera es un clásico del viajero en país de idioma extranjero. Amparado por las diferencias del lenguaje, no tiene escrúpulos a la hora de hablar, mal o bien, sobre las personas que tiene al lado y que sabe no lo entienden. Ésa la hacemos todos, incluido el Tanela. Pero él siempre se las arregla para ponerle una pizca de sus condimentos, su marca registrada. Una de sus preferidas es la de onomatopeyear abundantemente y luego dejar reposar, y podría funcionar así:

Situación ficcional: entra al lugar donde estamos, y de la mano se du marido pilar de los all-blacks, una mujer de busto considerable tirando a muy considerable.
Reacción Tanelística: “Epa, epa, epa, (mirando a la mujer con los ojos salidos) viste las dos flor de tetas de esa hembra?”

Es obvio que el pilar de los all-blacks no entiende que “dos flor de tetas” refiere a los senos considerables tirando a muy considerables de su señora esposa/acompañante, pero no hace falta ser editor del Little llustrated Larousse para descifrar lo que un “Epa, epa, epa” y dos ojos salidos pueden anteceder, sobre todo en presencia de los susodichos. Con ser rugbier y forzudo alcanza.

Siguiendo esta línea, dentro de su catálogo de gambetas de más también encontramos “la internacional”. La misma consiste en meter en medio de la frase en castellano una parte en inglés, que si estás de viaje, por ejemplo en Nueva Zelanda, te la entienden todos.

Situación basada en hechos reales: (ante la urgencia de comer y la presencia de una sola mesa, ocupada, en todo el camping; y frente a la guardaparques) “Pero, viejo, ¿no hay otra mesa en este fucking camping?”

Por último, la más destacada y recurrente de sus magias, la que Cabar bien supo definir como “Levantar la perdiz”: la misma se produce cada vez que estamos tramando algo respecto de lo cual queremos pasar desapercibidos. Y es justo cuando estamos por conseguirlo que aparece él manijeando para autoboicotearnos el plan.

Situación basada en hechos reales: ante la urgencia de dormir sin morirnos de frío al lado del lago, buscábamos algún lugar un poco más reparado. En eso encontramos un cooking shelter ideal, salvo por la presencia de varias personas que estaban en su interior pero que seguramente a las 19 hs ya estarían durmiendo. Mientras Cabar y yo tomamos nota mental del hecho, el Tanela, como no podía ser de otra manera, levanta la perdiz y lee, gritando y ante todos los presentes: “No camping or overnighting”.

Este tipo de imprevistos, como el del viento que sopla incansable contra la orilla del lago justo a la hora de dormir, puede pasar y pasa, pero de una u otra manera siempre lo sorteamos. Lo que todavía no podemos evitar es que justo cuando lo logramos, el Tanela levante la perdiz.

Welcome to the middle of no-where

14/02/2011 § Deja un comentario

Así describió a St. Arnau la chica del Department of Conservation visitor Centre: «El medio de la nada». Fue cuando le preguntamos si había algún otro shop que no fuera el que nos arrancó la cabeza cuando compramos las provisiones para nuestra travesía frustrada.


Al día siguiente íbamos a volver a empezarla, esta vez estudio previo y pormenorizado del mapa mediante, y necesitábamos reponer comida. Pero St. Arnau es un pueblo fantasma, de esos que Walter odia porque no hay nada mejor que hacer. Un shop sobre la ruta (que hace también las veces de estación de servicio, takeaway, panadería, public toilet y locutorio), un camping lleno, otro cerrado, un baño público y una playita de piedra que parece pintada al borde del lago Rotoria, uno de los que forman el Nelson Lakes National Park. Aburrimiento para todos, alegría para los del shop en el medio de la nada que no paran de vernos entrar a vaciarles nuestras arcas por quinta vez en dos días.

 

Eso en el pueblo. Pero no en la montaña.

Después de levantarnos temprano emprendimos rápido el camino a la cima, que esta vez, por suerte y pericia, fue el indicado: la subida pronunciada entre la roca no tenía nada que ver con todo lo que caminamos el día anterior subiendo y bajando a orillas del lago. Éste sí parecía el sendero hacia un refugio de montaña. La primera hora fue durísima, hasta llegar al pico del Mt. Robert. A partir de ahí, una caminata sin igual haciendo equilibrio por el filo de una cadena de picos de montaña. Para un lado u otro, se veía todo. A las dos horas más o menos, estando a mitad de camino, paramos a comer y dormir la siesta en una de las cumbres. Y a diferencia de ayer, esta vez llegamos en tiempo y forma.

El Angelus Lake aparece atrás de una subida de 8 hs, encerrado por un semicírculo de picos puntiagudos. En una de sus orillas está el refugio, habitado desde hace 6 meses, invierno incluido, por una guardaparques de lo más loca y simpática, dos condiciones básicas para pasar afrontar el invierno aislado allá arriba. También compartimos el refugio con varias parejas de distintas procedencias (NZ, francesas y alemanas entre otras) y con un grupito de israelíes que hacen que nos sintamos un poco menos colgados cuando vemos que no somos los únicos que cenan después de las 19hs.

A las 21 la mayoría duerme, y se pierde lo mejor. Primero nos taparon las nubes, quedándose un rato largo estancadas en el valle del lago. A las 23 ya duermen todos, soy el único que está despierto cuando las nubes desaparecen y el cielo se llena de polvo de estrellas.

Al otro día, una vez más los parques de NZ vuelven a sorprendernos. Decidimos bajar por otro camino, el Sparegrass Track, que en lugar de ir por la montaña va por uno de los valles que se forman entre ellas, siguiendo un río, entre pastos altos por la cintura, mallines con barro hasta las rodillas o más y bosques encantados.

Ni bien bajamos nos fuimos de St. Arnau. Odiamos el pueblo, pero amamos su montaña.

Este post lo escribí acá:

A PPT

14/02/2011 § Deja un comentario

 

La mesita del shop al costado de la ruta

PPT. Tijera, Papel. Pibe 1, Cabar 0.
PPT. TIjera, Tijera. Pibe 1, Cabar 0.
PPT. Tijera, Tijera. Pibe 1, Cabar 0.
PPT. Tijera, Papel. Pibe 2, Cabar 0.
Y duelo finiquitado. La buena tijera, nada le gana.

Si es verdad que todo lo malo tiene algo bueno, esta vez fue la tijera la que me dio la primera alegría en un mal día. Hace cuatro horas y media empezamos las seis de caminata en subida hacia el Angelus Lake y su refugio de montaña, nuestro próximo destino dentro de otro parque nacional, el Nelson Lakes. Había pasado sólo media hora cuando llegamos a una bifurcación en el camino. Un cartel indicaba dos rumbos posibles, pero ninguno de sus destinos coincidía con el nuestro. Entonces acudimos a la generosidad neozelandesa. Una pareja de lugareños comía bananas antes de seguir su caminata, y fueron ellos los que no dudaron en mandarnos para allá. Sonaran como sonaran, se vieron seguros. Una sonrisa de oreja a oreja nos quitó todas las dudas, y hacia allá fuimos.

Cuatro horas y media después, estamos otra vez en el lugar desde el que empezamos a caminar. Pero mucho más cansados. La parejita nos mandó por el camino equivocado. Y con 3/4 de la caminata hecha, y con 4/4 de la caminata por hacer, ya no nos dan ni el tiempo, ni el físico, ni el humor para seguir.

Sólo nos queda acordarnos de sus sonrisas y esmerarnos para lo más pronto posible tener una parecida. Yo doy el primer paso gracias a la buena tijera. El duelo de PPT queda de mi lado y así me evito una subida de quince minutos al trota para buscar el auto.

Lo bueno de un mal día con una alegría, es que después de ésa ya pueden venir todas las demás.

 

Nelson Lakes National Park

Embolsamados

14/02/2011 § Deja un comentario

Acá dormimos en Queenstown

Cuando decidís hacer un viaje por otros lados del mundo, en los que como en tu país manda un capitalismo empedernido, pero en los que a diferencia de lo que pasa en el tuyo circula una moneda mucho más fuerte, podés hacer dos cosas: ir a trabajar a esos lados del mundo para ganar moneda de la fuerte y después gastarla viajando, o gastarte lo que durante años de trabajo te pagaron con moneda de la que vale 3 o 4 veces menos que la fuerte y después trabajar.

Íbamos a hacer la primera, pero terminamos con la segunda. Lo cual es más o menos lo mismo que decir que estamos sin un mango, viviendo de ratas. Entonces el viaje es más gasolero que nunca. El Sunny es nuestra casa, la bolsa de dormir mi refungio, y el aislante y el piso mi colchón y mi cama. Las noches son complicadas y viendo que se me viene un año de viaje y sueño en estas mismas condiciones, tuve el buen tino de hacer dos adquicisiones claves para mi relación con la bolsa. Y como no podía ser de otra manera, las mismas figuran en el «AB del buen y orgulloso dormilón de bolsas».

Otra de las noches de Murchison, a prueba de lluvias.

A. CapuchaSystem

Todas las bolsas que se precien de buenas tienen que tenerlo, y todos los viajeros que no tienen un mango deberían conseguirlo e invertirlo en una de ellas. Sin CapuchaSystem, olvidate de dormir en la calle: la luz, el «psssssssss» de los mosquitos o mismo un pedazo de  flying-pinapple proveniente de un «Barbaque municipal» pueden despertarte al hacer contacto con tu desprotegida cara.

Modo de uso:
1. Meterse en la bolsa.
2. Cerrar la capucha al máximo, cubriendo cabeza y cara en su totalidad, y dejando un pequeño orificio por donde pase el aire.
3. Chequear orificio: que pase el aire, pero no los mosquitos.
4. Dejar reposar hasta el día siguiente.

Función:
Térmica, Onírica, Psicoanalítica.

Dato de color:
Flatulencias Unfriendly.

Posología:
Por las noches o después de cada comida. Compatible (muy) con la ingesta de alcohol.


B. Pascualito Rambert´s Move

Movimiento rectilíneo uniforme a uniformemente variado que te permite quedar boca abajo.  Su ejecución es propia del momento posterior al cerrado de todos los cierres y velcros de la bolsa, con lo cual es preciso sentirse zanahoria, morrón y huevo adentro de un matambre relleno. Por esta misma razón hablamos de un truco de comienzo suave y armónico, que pronto se torna en un claustrofóbico revolcarse para acá y para allá hasta conseguir el objetivo.

Trayectoria:
Símil pescado rebotando afuera del agua (novatos), símil panqueque volando por los aires(expertos), símil taladro mecánico fuera de control (imbéciles).

Dato sensorial:
Plácido en sus segundos iniciales, desquiciado en todos los demás.

Dato «ad hoc»: el movimiento en sí poco tiene del inigualable avioncito de Pascualito () pero su posición final lo evoca con creces.

Peligro:
Posible somnolencia en miembros superiores si se los lleva a la altura de la cabeza. Mechar izquierdo y derecho en forma de comisiones.

Las dos arriba mencionadas figuran en el «AB del buen y orgulloso dormilón de bolsas» y son por mí catalogadas, en relación a todo lo que al ambiente del camping refiere, como Wilkomen Magic.

 

Acá dormimos, cuando el rocío nos dejó, una de las noches en Murchison

Eye Friendly

01/02/2011 § Deja un comentario

Finalmente, y despues de mucho tiempo, TrankaroLa poR el muNdo parece un blog de viajes. Descubri como hacer para subir las fotos a tamanio digno y en medio de los post, ilustrando las palabras. Ahora solo falta mejorar ambas.

Mientras tanto, los post anteriores ya lucen, cual desfile de Giordano, su nuevo look Eye Friendly.

El antes y el despues de un ferviente seguidor de TrankaroLa poR el muNdo.

 

¿Dónde estoy?

Actualmente estás viendo los archivos para febrero, 2011 en TrancaroLa poR el muNdo.